Hoy vengo con una entrada muy diferente...
Por mala suerte hoy hemos sacrificado al perro más grande de la familia. Oreo se llamaba y llevaba mucho tiempo sufriendo. Ha sido una experiencia muy triste. Nunca antes había visto morir a nadie con mis propios ojos. La verdad es que he tenido la opción de ir o no. Pero sin pensármelo he ido. Creo que he hecho bien, creo que ha sido una buena forma de despedirme del perro porqué después de medio año aquí hasta le había pillado cariño. También creo que en unos momentos tan duros para mis host parents, lo mejor que podía hacer era estar ahí con ellos. Creo que se lo merecen...
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| Ultima foto con Oreo :((( |
Hoy hace 6 meses que estoy aquí.
Medio año sin los míos.
Sola.
Han sido 6 meses duros.
6 meses en los que he llorado hasta dormirme.
En los que he deseado abrazo y un beso aún sabiendo que no los iba a tener.
6 meses en los que he cometido más de cinco veces el mismo error.
En los que he fingido una sonrisa aunque mis únicas ganas fueran de ir a casa y dormir.
En los que me he sentido desacompañada.
En los que la única fuerza para levantarme a las 6am era la de desayunar.
He echado de menos y he dudado sobre si era el año de mi vida.
Vale realmente la pena dejarlo todo y vivir sin nada más que tú misma?
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Imaginaros un niño ambicioso en una piscina llena de piruletas. Una piscina muy muy llena. Con cientos de millones de piruletas de colores.
A ese niño, que ve su piscina pequeña y aburrida, le dan la opción de tirarse a una piscina incluso más grande. Llena hasta rebosar de agua y suciedad. Solo tiene 10 días. 10 días para encontrar en esa nueva piscina la piruleta dorada. Esa tan bonita que siempre ha soñado y que todo el mundo desearía tener pero pocos tienen el privilegio.
Le avisan que van a ser 10 días muy duros. Se va a encontrar algas asquerosas por su recorrido, va a conocer peces raros que no se comportarán como él, va a visitar sitios increíbles pero sólo querrá volver a su piscina que ahora ve tan aburrida.
Si encuentra la piruleta dorada antes de que pasen los 10 días, por el contrario, su mente cambiará por completo. Hará cosas que nunca antes hubiera imaginado que podía hacer. Conocerá a otros muy diferentes y se dará cuenta de lo mucho que vale.
Si la encuentra será 100% feliz por muy solo y lejos que esté. Al encontrarla, va a saber apartar las algas de su camino o a limpiar las asquerosas hasta que le gusten, va a darse cuenta que no hay peces raros sino diferentes, va a viajar y querer luchar por sus sueños, y al final le va a gustar tanto este sitio que, aún estando lejos de los suyos, no se va a querer volver.
Porqué ese niño encontró la piruleta dorada justo a tiempo que le enseñó a estar sólo y quererse tal y como es. Aprendió que las cosas llevan tiempo y que no pasa nada por salirse de la rutina. Aprendió que es mejor perdonar que no guardar rencor. No no, mejor aún, aprendió a no enfadarse, a respirar fondo, a contar hasta tres, a tener paciéncia, a equivocarse, a seguir adelante y desear con ganas.
Ese niño ambicioso, ese que nunca tiene suficiente, ese que luchó por la piruleta dorada soy yo. Y es que esa piruleta dorada significa mi felicidad. Mi paz propia. Mis ganas de vivir y de exprimir esta experiencia al máximo. Mis ganas de no irme pero de volver.
Me sigo haciendo la misma pregunta, es realmente el año de mi vida? Y ahora veo clara la respuesta... por supuesto que si!!!
Y después de medio año puedo decir que me siento en casa en todos los sentidos. Ha costado pero ya tengo mi hueco y me siento parte de algo, la gente cuenta conmigo, noto que le importo a alguien. Que soy parte de otra familia. Que los momentos malos y aburridos han desaparecido.
Estos meses han sido duros. Pero si los tuviera que volver a vivir para llegar hasta aquí lo haría sin dudar.
Dicen que los caminos dificiles suelen llevar a destinos preciosos, y que gran verdad!! América es genial y Minnesota todavía más.
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Bueno y hasta aquí el post de hoy!! Como podéis ver estoy SUPER BIEN y SUPERFELIZ. Ahora estoy de Spring Break y tengo muchos planes así que el Domingo nos volvemos a ver con muuuuchas cosas que contar!
Un beso y muchas gracias por leerme!
¿Qué vas de escritora o qué? No, es broma, me encanta ������ Y es verdad 100%. A veces no hay ganas ni de desayunar, porque la noche anterior estabas tan nerviosa que no pudiste dormir, que te levantas con el estómago cerrado, pero vas a clase, y el día va mejorando, alguien te hace reír,planeas algo divertido, entrenas en algún deporte... Es difícil, sí, pero también lo ha sido llegar hasta aquí, y lo hemos conseguido, sólo queda seguir remando un poco más, aunque durante una tormenta parezca imposible llegar a la otra orilla sin ahogarnos primero.
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